¿Es la obesidad mórbida un problema mental?
Compartimos contigo el reportaje realizado por El Correo sobre la cirugía de la obesidad.
Hace tres años, Juan Carlos Gutiérrez sufrió un infarto. Tenía 49 años y pesaba 116 kilos. Su médico le remitió a un endocrino porque con un índice de masa corporal (IMC) de 41,5 se le diagnosticó obesidad mórbida. «Comía a deshoras y mal, no tenía una dieta regular, algunos días no desayunaba y fumaba dos paquetes de cigarrillos diario», recuerda Gutiérrez que, además, sufría diabetes.
En abril, Gutiérrez se operó en la Unidad de Getafe. Allí se practica este tipo de cirugía a 100 pacientes al año, aunque ven al doble contando preoperatorio y postoperatorio. «Vienen personas que tienen un alto grado de enfermedades asociadas, ya que este tratamiento no tiene un fin estético», sostiene el doctor Juan Carlos Ruiz de Adana, jefe de la Sección de Cirugía General y Digestivo del Hospital Universitario de Getafe.
«Un obeso mórbido tiene una expectativa de vida de ocho años menos que la de alguien con un peso adecuado. Suelen tener enfermedades asociadas como la diabetes, mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, hipertensión, niveles altos de azúcar en sangre y colesterol alto».
Dos días después de la intervención de bypass gástrico, Gutiérrez muestra las cinco heridas de la laparoscopia. «El futuro lo veo muy bien. Sé que debo cambiar la forma de comer, masticar bien los alimentos, hacer ejercicio moderado y evitar el alcohol y las grasas».
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